El sarro es una entidad odontológica en la cual nuestros dientes tienen una capa sobre ellos que les da un aspecto de suciedad e incluso color negro.
El sarro casi siempre se da por una falta de higiene en nuestra rutina normal de cepillado, esto casi siempre es muy común en niños. Hoy te vamos a enseñar cómo puedes eliminar el sarro desde tu hogar sin tener que ir al odontólogo o someterte a tratamientos costosos.
Estos depósitos minerales no son solo un problema estético, sino también un problema de salud.
Seamos muy directos: no existen trucos ni productos antisarro “milagrosos”. Nada más buscar en Internet encontrarás cientos de remedios caseros para eliminar el sarro de los dientes, la mayoría de ellos con bicarbonato de sodio, limón o agua oxigenada entre sus componentes. Sin embargo, ninguno de estos remedios le hará ningún bien a tu boca, todo lo contrario, sobre todo si recurres a ellos con frecuencia. Afortunadamente, prevenir la formación de sarro es muy fácil y al alcance de todos. ¡Te contamos cómo hacerlo!
En el caso del sarro, el mejor ataque es una buena defensa. El único remedio casero contra el sarro es la prevención, es decir, mantener una buena higiene bucal en casa para evitar que aparezca. Es especialmente importante no olvidar los espacios interproximales, entre diente y diente, para lo cual podemos utilizar hilo dental o cepillos interproximales, al menos una vez al día.
¿Qué debo hacer si ya se ha formado sarro?
La placa bacteriana, una vez que se endurece y se convierte en sarro, solo se puede retirar en el dentista, mediante profilaxis o limpieza dental. Los dispositivos sónicos y ultrasónicos que usan los dentistas producen ondas vibratorias que descomponen el sarro en la superficie del diente sin afectar el esmalte.
¿Puede mi saliva promover la formación de sarro?
No. La saliva es 99% agua y el resto de los componentes son moléculas orgánicas e inorgánicas. La única causa del sarro es la falta de una buena higiene oral continua en un área determinada. Sin embargo, mantener la boca bien hidratada hará que nuestra saliva sea más serosa (fina y acuosa) y con menos formación de sarro.
El sarro no solo estropea la estética de nuestra sonrisa, también facilita la formación de caries y enfermedades de las encías, como la gingivitis y la periodontitis. ¡No dejes que se asiente entre tus dientes!